lunes, 25 de enero de 2010

A vueltas con el asalto hidroeléctrico

Dejo un artículo extraido de la voz de Galicia.(http://www.lavozdegalicia.es/opinion/2010/01/12/0003_8221475.htm)

TRIBUNA : | Pedro Brufao Curiel Catedrático de Derecho Administrativo
A vueltas con el asalto hidroeléctrico

Quien esté interesado en la protección del paisaje gallego observará que sus ríos son elementos sustanciales y que Galicia no se entendería sin la tupida red fluvial que le da forma, a la vez que comprenderá que son múltiples los factores que han llevado a su extrema degradación. Unos son los vertidos como los de Vigo, O Porriño, el Sar o el río Madalena, muy conocidos. Otra causa es el troceamiento de las cuencas y su conversión en meras fábricas de producir vatios sin criterio territorial, energético o ambiental alguno. En los últimos meses hemos sido testigos de dimes y diretes acerca de si el asalto hidroeléctrico vuelve a la carga, de si se van a revisar o no los expedientes de concesiones otorgadas in extremis en el 2005 por Augas de Galicia, si la nueva Confederación Hidrográfica del Miño-Sil ha nacido senil y anclada en 1940 o en la modernidad y la ilustración que marca la directiva marco del agua de la UE, o si la ley de protección de los ríos gallegos del 2006 la consideran estos organismos como puro papel mojado. Las cifras de este nuevo round del asalto hidroeléctrico gallego varían según la fuente, aunque se estiman unas 150 nuevas presas. Pero lo que sí es cierto es que los ríos gallegos están saturados desde hace mucho, bloqueadas sus arterias por un auténtico colesterol fluvial que les corta el flujo, como los graves casos de Iberdrola en el Sil, Ferroatlántica en el Xallas y Endesa en el Eume.
La única razón de todo esto es el efecto llamada de las generosas subvenciones pagadas con nuestro dinero y que terminan en expertos cazadores de rentas, reunidos por vínculos familiares, políticos y profesionales en unos auténticos monopolios. Es decir, asistimos al reparto de Galicia entre muy pocas manos, obviando la indispensable transparencia administrativa y la libre competencia empresarial en concesiones hidroeléctricas de las que el Consello de Contas ha afirmado repetidamente que se ha vulnerado la ley de modo generalizado y ni se sabe el número cierto de concesiones. Nos encontramos ante la versión gallega del Informe Auken del Parlamento Europeo sobre el esperpento territorial español, digno de su estudio obligado por fiscales, magistrados y políticos.
Lo que sí está claro es que Augas de Galicia y la Confederación del Miño-Sil demuestran por sus hechos no ya que no apliquen la directiva marco del agua vigente desde hace nueve años, sino que además no se creen los principios de la misma y les suena a tabú el declarar caducas y revisar de oficio concesiones y actos nulos de pleno derecho dictados a conciencia. La época de las grandes obras y del estructuralismo hidráulico ha terminado hace mucho tiempo, pero estos organismos demuestran que la captura del regulador es una verdad incontestable y que solo se preocupan del inútil formulismo y de la estéril vida del expediente, por lo que es una vana ilusión la pretensión de que cumplan la ley que les obliga: No se puede pretender que cambien las cosas si continúan al mando los responsables del caos actual.
La alternativa es clara. O seguimos como en 1940, con total opacidad y dirigismo destinados a favorecer a quienes rapiñan el territorio, con las inevitables sanciones de Bruselas, o gestionamos la demanda de agua y energía, consiguiendo ahorros importantes y depurando sus aguas, para ayudar a la recuperación del paisaje gallego, una verdadera fuente de empleo y riqueza como diversos estudios así lo demuestran. Por ejemplo, un río con vida, aseguradas sus poblaciones de salmón atlántico, asienta la población rural y fomenta el desarrollo de los pueblos ribereños. ¿Qué se hace al respecto? El tiempo pasa y los límites impuestos por la Unión Europea no son para tomárselos a broma.